Los mayas, al igual que otros
pueblos ancestrales poseían la creencia de pertenecer a un todo único como una
realidad superior, lo que nos permite entender que los reinos mineral, vegetal
y animal, sumado a toda materia esparcida por el universo en todas las escalas,
desde un átomo hasta una galaxia somos uno. Cuando la humanidad tome conciencia
de ello las relaciones se basarán en la tolerancia, la flexibilidad, la
cordura, la sensatez y el respeto. Este concepto de unidad era expresado en su saludo diario: "IN LAK'ECH",
que significa "yo soy otro tú", a lo que contestaban: "HALA
KEN", que significa: "tú eres otro yo".
En este saludo se admite al otro
como hermano no consanguíneo, lo que en México sería el cuate, el ‘carnal’, que de acuerdo a la
Academia Mexicana de la Lengua significa: amigo, socio,
camarada; entendiendo que si yo me amo, yo me cuido y me respeto, entonces me comportaré
de igual manera con quién está frente a mi.
Es un orgullo pertenecer a esta tierra campechana, donde la riqueza
del pueblo Maya también es parte de mis raíces.
Hagamos comunidad, construyamos identidad al reconocernos. Será un honor
encontrarte en mi camino hermano.
¡In Lak’ech!
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